dilluns, 29 d’agost del 2011

La Ilíada


La Ilíada es un poema que dramatiza un único incidente de la Guerra de Troya, el de la disputa entre Agamenón, comandante en jefe de las fuerzas griegas, y Aquiles, príncipe de Pitia. La Guerra de Troya enfrentó una coalición de ejércitos aqueos contra la ciudad de Troya, también llamada Ilión. Se cree que dicha guerra tuvo lugar en los siglos XIII o XII a.C. y que Troya estaba situada cerca del estrecho de los Dardanelos en el noroeste de la península de Anatolia.


Debido a su inicial difusión oral, el texto no era fijo, sino que estaba sujeto a variaciones, por ejemplo la gran abundancia de epítetos, que sin duda ayudaban a los poetas a recordar y recitar el texto poético y les permitían rellenar un fragmento del verso si les fallaba la memoria. Se cree que el nombre de Ilíada no responde a una alusión al sitio de la ciudad de Ilión, sino a la descripción en la obra de numerosas batallas en las planicies de Ilea, cercanas a la ciudad.

Los manuscritos que conservan parte o la totalidad de la Ilíada, son papiros escritos desde el siglo III a.C. hasta el siglo VII de nuestra era, o pergaminos escritos en Bizancio desde el siglo IX hasta el XV de nuestra era, y todos coinciden hasta tal punto, que parecen remontarse a un original único. Se presenta en una forma de griego antiguo, mezclando formas arcaicas y recientes, formas de diversos dialectos hablados y formas exclusivas de la lengua artística de la épica arcaica.

El poema está compuesto en versos llamados hexámetros dactílicos. Su ritmo se basa en la repetición de una unidad constituida por una sílaba larga y dos breves, seis veces. Cada verso está separado del siguiente por una pausa. Está dividido en veinticuatro cantos, cada uno de ellos nombrado con una letra del alfabeto griego. Tiene una extensión de 15.690 versos, pero sólo relata la cólera de Aquiles y los sucesos de unos pocos días del décimo año de guerra.



Causa del enfrentamiento entre Aquiles y Agamenón. Por qué ha de aceptar sus condiciones

Agamenón captura a Criseida, hija de Crises, sacerdote de Apolo, como parte del botín obtenido al conquistar una fortaleza aliada de Ilión. Crises se presenta ante Agamenón para suplicar la liberación de su hija y se compromete a pagar un rescate por ella, pero éste desoye sus súplicas. Crises clama venganza a Apolo, y éste envía una peste contra los aqueos. Al verse obligado Agamenón a liberar a Criseida para librar a sus hombres de la plaga, el rey exige a Aquiles su botín, la esclava Briseida. Aquiles, lleno de cólera por la deshonra, decide no luchar más y abandona a los sitiadores, cuya situación empeora pues pierden a su mejor guerrero.

Aquiles, a pesar de pensar en acabar con la vida de Agamenón a causa de la afrenta, acepta sus condiciones, pues la diosa Atenea le indica que un día recibirá el triple de regalos para subsanar el ultraje. Aquiles confía en las palabras de Atenea, enviada por Hera.

Cuando y por qué depone Aquiles su actitud

 Aquiles, retirado del combate, cede sus armas a su amigo Patroclo para que vengue las matanzas proferidas por Héctor, comandante de los troyanos. Pero Héctor mata a Patroclo y luce soberbiamente las armas de Aquiles, tras lo cual le envía un mensajero para anunciarle la muerte de su amigo. Recibida la noticia, Aquiles se desespera y piensa en la venganza y en rescatar el cuerpo de Patroclo, que había quedado en poder de Héctor. Tetis, madre de Aquiles, consuela a su hijo y le promete que le traerá armas nuevas fabricadas por Hefesto. Mientras tanto, los aqueos rescatan el cadáver de Patroclo, que es embalsamado y colocado en un ataúd.

A la salida del sol, Tetis le entrega a Aquiles las nuevas armas hechas por Hefesto. Éste reúne a la asamblea para anunciar su vuelta a la guerra. Por su parte Agamenón, reconoce su error y le entrega de nuevo a Briseida junto a  numerosos regalos, jurándole que la devuelve intacta. Los dones recibidos se trasladan a la tienda de Aquiles, donde Atenea lo deleita con néctares y ambrosías para prepararlo para el combate. Finalmente, Aquiles sube a su carro enarbolando sus nuevas armas y marcha hacia el campo de batalla.



Divinidades enfrentadas

Los griegos creían que los dioses habían elegido el monte Olimpo como su residencia, En él, formaban una sociedad organizada en tres grupos que controlaban sendos poderes: el cielo, el mar y la tierra. Los doce dioses Olímpicos eran: Zeus, Hera, Hefesto, Atenea, Apolo, Artemisa, Ares, Afrodita, Hestia, Hermes, Deméter y Poseidón. A lo largo del relato, estos dioses toman partido por uno u otro bando:

1.      Dioses del bando troyano

1.1.     Afrodita, diosa del amor y la belleza, fue escogida por Paris, príncipe de Troya, como la más hermosa, y en agradecimiento le concedió el deseo de obtener a la mujer más bella del mundo. Su elección fue Helena de Troya, la mujer del rey griego Menelao, cuyo rapto fue el origen de la guerra de Troya.

 
1.2.  Apolo, hijo del dios Zeus y de Leto. Era el dios de la profecía y un arquero diestro, y respondió a las plegarias del sacerdote Crises para obtener la liberación de su hija, arrojando flechas ardientes cargadas de pestilencia contra el ejército griego.

1.3.  Ares, dios de la guerra e hijo de Zeus, se presenta como un dios sin ningún respeto hacia el orden correcto de las cosas, Prometió a Atenea que lucharía a favor de los aqueos, pero Afrodita le persuadió para que ayudara a los troyanos.

1.4. Artemisa, hija de Zeus y de Leto y hermana gemela de Apolo, era la diosa de la caza. Impidió que los griegos zarparan de Troya, mientras no le ofrecieran el sacrificio de una doncella.



2.     Dioses del bando griego

2.1.  Atenea, originariamente diosa de las ciudades griegas, de la industria y de las artes, y de la sabiduría, era también diosa de la guerra. Defensora firme de los griegos, aconsejó a Aquiles, no matar a Agamenón cuando fue ultrajado por éste, y posteriormente cuidó de él antes de su nueva entrada en combate.

2.2. Hefesto, dios del fuego y la metalurgia, fue desterrado del Olimpo a causa de su deformidad (era cojo y desgarbado), aunque posteriormente fue honrado nuevamente en el Olimpo y se casó con Afrodita. Construyó armas para Aquiles antes de su vuelta al combate.

2.3. Hera, diosa del matrimonio y protectora de las mujeres casadas. Irritada con el príncipe troyano Paris por haber preferido a Afrodita antes que a ella, ayudó a los griegos y no se apaciguó hasta que Troya quedó destruida.

2.4.Hermes, dios del comercio, protector de comerciantes y pastores, y mensajero de los dioses. Ayudó a rescatar el cuerpo de Sarpedón, caído en el campo de batalla, aunque posteriormente también ayuda al rey Príamo de Troya a internarse en el campamento aqueo.

2.5. Poseidón, dios del mar, envió un terrible monstruo marino para que devastara Troya, como venganza hacia el rey Laomedonte, que no había pagado el salario convenido por la construcción del muro de la ciudad.

Zeus, dios del cielo y soberano de los dioses olímpicos, mantuvo una posición de neutralidad y de aprobación ante todos los acontecimientos relatados. En un principio prohibió la intervención de los dioses en el conflicto, aunque posteriormente aprobó la misma.

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