dissabte, 30 de juliol del 2011

Escultura Bizantina

La plástica escultórica bizantina supuso la culminación del arte paleocristiano, manteniendo sus técnicas y su estética de progresivo alejamiento de las cualidades clásicas: la mayor rigidez, la repetición de modelos estereotipados, la preferencia del bajorrelieve a las obras de bulto redondo y el uso de materiales ricos (marfil) que proporcionan pequeñas piezas, son los caracteres más destacados de la estatuaria bizantina de la primera etapa.

En estos inicios de la escultura bizantina, disminuye la importancia que había tenido el desnudo en la época clásica, por el abandono de las creencias paganas y la irrupción de una nueva religión. Como consecuencia de ello la figura humana se deshumaniza. Las esculturas son normalmente frontales, hieráticas y formales, con los ojos grandes y mirando hacia lo alto, y pretenden transmitir inquietudes trascendentales. Antes de la lucha iconoclasta hubo escultura de bulto redondo y de gran belleza.

Tras la sistemática destrucción del período iconoclasta hay una vuelta al culto de las imágenes, pero para no caer en la idolatría y por influjo de las nuevas corrientes islámicas desaparece la figura humana en la estatuaria exenta.

Las obras más destacadas son las labores ornamentales de los capiteles con motivos vegetales y animales afrontados como son los de San Vital de Rávena o los sarcófagos de la misma ciudad en los que se representan los temas del Buen Pastor.

Pero las obras capitales de la escultura bizantina son las pequeñas obras, dípticos y cajas, talladas en marfil, destacando el díptico Barberini,  del siglo V, o la célebre Cátedra del Obispo Maximiano, en Rávena, tallada hacia el año 533 sobre placas de marfil con minucioso trabajo.



Destacan también las obras en marfil de carácter preferentemente religioso o cortesano, pero siempre con una cierta subordinación a la magnificencia de la persona del emperador- Un ejemplo notable es el marfil que representa al emperador Romano II y a su esposa Eudoxia, hacia el año 950.

Desgraciadamente, pocos vestigios quedan de la escultura bizantina. De vez en cuando se encuentran en las excavaciones de Constantinopla, figuras esculpidas de estilo semejante al de la cabeza de Teodora. En la Segunda Edad de Oro surgieron una serie de losas para cerrar las tumbas, decoradas con motivos geométricos o con animales estilizados.

En los muros de una iglesia de Atenas, conocida como la Pequeña Metrópolis, pueden verse varios ejemplos típicos, cuyo estilo es muy oriental, y que podrían estar inspirados en tejidos importados de Persia o Siria. Algunas veces aparecen figuras de losas con la imagen de la Virgen alzando las manos en oración. La mejor de todas ellas, aunque sólo quedan fragmentos, se encontró en el palacio Mangana en Constantinopla, datada en el siglo XI. Los fragmentos de un arca con las cabezas de los apóstoles, en la iglesia de Santa María Panachrantos, que debió pertenecer al dosel de un altar, son probablemente del siglo XIV y representan un renacer de la escultura en esta última fase.

2 comentaris:

  1. Pues me a parece muy interesante tu textaco de la ostia porque no me e leido una puta mierda porque me parece un coñazo de cojones,pa que quieres saber esto jaja saludos

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  2. Putos catalanes independentistas de mierda,hijos de ***** viva España coñooo

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