En la variedad está el gusto, dicen… y para gustos, los colores. Y hablando de colores, si clasificamos a las féminas por el color de su pelo, nos encontramos con tres grupos básicos, a saber: rubias, morenas y pelirrojas. Estas últimas son las menos habituales, y quizá por ello las que más triunfan entre el mundo masculino. A lo largo de la historia este atributo ha generado diversas controversias, desde considerar a sus poseedoras enviadas del diablo (así se creyó durante gran parte de la Edad Media en algunas culturas), hasta, en el otro extremo, atribuirles un cierto poder divino y ser veneradas por ello. Veamos algunas pelirrojas famosas en la historia.
· Juana de Inglaterra, reina de Sicilia (1165 – 1199). Perteneciente a la dinastía de los Plantegenet, su vida no fue sencilla. Hermana de Ricardo Corazón de León y de Juan sin Tierra, contrajo matrimonio a los 11 años con Guillermo II de Sicilia, y pasó a ocupar el trono. Tras la muerte de su esposo, el nuevo rey Tancredo la apresó, hasta que su hermano Ricardo la liberó. Pero, este a su vez, la utilizó en sus intrigas de poder, concertando diversos matrimonios que no llegaron a buen puerto. Finalmente, se casó con Ramón VI de Tolosa, que no la trató con excesivos miramientos, hasta el punto de que huyó estando embarazada y pidió asilo en la Abadía de Fontevrault, donde murió a los 33 años poco después de dar a luz. Juana heredó de su madre Leonor de Aquitania, las pecas y el color flamígero de su cabello.
· Elisabeth Tudor, la Reina Virgen (1533 – 1603). Hija de Enrique VIII y de Ana Bolena, fue declarada ilegítima tras la ejecución de su madre, cuando contaba con tres años de edad. Sin embargo, tras la muerte de sus hermanos Eduardo VI y María I, asumió el trono en 1559. Su negativa a contraer matrimonio, fue motivo de múltiples especulaciones, aunque las causas que la llevaron a ello fueron meramente políticas. Al no tener descendencia, su sucesión se convirtió en un problema de estado, resuelto a favor del hijo de su prima María Estuardo, Jacobo I. El color de su cabello, fue la envidia de muchas de sus damas de compañía, que recurrieron a peligrosas mezclas para teñírselo intentando imitar el tono de la melena de la reina.
· Simonetta Stefanelli. Poco conoceríamos de esta joven, si no fuera por tratarse de la musa que inspiró a Boticelli en su gran creación, El Nacimiento de Venus. Su irrupción sobre una concha empujada por el soplo de los dioses, entre una lluvia de flores, representa la recuperación en el arte del desnudo femenino, considerado pecaminoso durante la época medieval. Sus finas facciones y la postura en que se nos muestra, hablan más del ideal de inteligencia pura que del placer sensual o del amor carnal.
· Maureen O’Hara. Actriz irlandesa nacida en 1920, de legendaria belleza, que fue conocida en los ambientes cinematográficos de los años 40, como la Reina del Technicolor. Sus cinco hermanos se dedicaron a la ópera y ella demostró desde bien jovencita, sus dotes para la danza y el canto. Estudió en el prestigioso Abbey Theater, donde le fue ofrecido el cargo de cantante principal, pero lo rechazó y emigró a Londres a intentar triunfar como actriz. Protagonizó películas míticas como La Posada de Jamaica, Qué verde era mi valle, Río grande o El Hombre Tranquilo.
Este es un pequeño repaso a grandes mujeres pelirrojas, pero sin duda, la más grande para mí, es mi hermana Ana, que hoy celebra su cumpleaños.
Felicidades!!!
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