dilluns, 22 d’agost del 2011

Gótico Catalán: Retablo de los santos Abdón y Senén


En conmemoración a san Abdón y san Senén, patronos de los agricultores antes de la difusión en época barroca del culto a san Isidro, los parroquianos de la iglesia de Sant Pere de Terrassa, decidieron encargar un retablo al pintor más afamado de Barcelona, Jaume Huguet. Según parece extraerse de algunas noticias fragmentarias, el mismo Huguet supervisó in situ su montaje para así asegurar la perfecta definición de los valores de la obra.

Ambos santos merecieron un lugar en la compilación de vidas de santos más famosa de la Edad Media, la Leyenda Áurea. Fueron decapitados en Roma, al negarse a adorar a los dioses paganos.

Huguet presenta a ambos mártires como los nobles de la época. Las coronas que portan sobre sus sombreros de moda indican su condición real. Sostienen en sus manos las espadas que acabarían con sus vidas. Sus figuras, altas, esbeltas y elegantes hasta el hastío, de facciones suaves y bien proporcionadas, son una característica distintiva del pintor, que sombrea suavemente sus rostros y reproduce cuidadosamente los diversos materiales y los lujosos ropajes. Podemos observar la presencia de ricos dorados diferenciados mediante zarcillos grabados y con coronas, aureolas o detalles ornamentales plásticamente destacados.



En esta yuxtaposición híbrida típica del gótico tardío, el embaldosado reducido progresivamente y el paisaje del fondo descubren la situación temporal real de la tabla. Aunque las rocas parecen decoraciones movibles, con las amplias llanuras y los árboles escalonados por altura, Huguet logra unos efectos realistas inspirados en modelos italianos.

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