dimecres, 28 de setembre del 2011

Poesía Helenística: Rasgos Característicos


En la época helenística se desarrolló importantemente la poesía pastoril o bucólica, en contraposición a la poesía épica. En general, se trata de obras cortas sin acompañamiento musical, expresadas de forma escrita gracias al esplendor de las bibliotecas de la época. Esto provoca un distanciamiento entre el poeta y su auditorio, que normalmente se trata de lectores de elevada cultura.

La poesía helenística posee una gran técnica en sus formas y una profunda erudición, fruto de haber sido concebida en base a una gran meditación, en contraste con la espontaneidad existente hasta la época.

Los temas más habituales eran los sentimientos familiares, las escenas de paisajes, el amor por los animales domésticos, o las escenas de juegos de los pastores o amorosas. Como hemos dicho, la poesía épica no tuvo especial importancia, excepto la obra de Apolonio de Rodas, Argonáuticas, sobre la expedición de Jasón y los argonautas en busca del Vellocino de Oro. En cuanto a la poesía pastoril, uno de sus máximos representantes fue Calímaco, encargado de ordenar la Biblioteca de Alejandría, cargo que desempeñó hasta su muerte. Su obra más conocida es La cabellera de Berenice, sobre la ofrenda que hizo la reina Berenice a la diosa Afrodita.



Características de la poesía de Calímaco

“La poesia sorgeix com un riu d’aigües cristal·lines,

que brolla d’una font neta,

en un lloc apartat i no contaminat”



“Les abelles no porten a Demèter aigua de qualsevol indret,

ans la que pura i sense barreja brolla

d’una font sagrada: poca, destil·lada i acimada”





En el primer fragmento se identifica la poesía con la pureza del agua. Es evidente que la obra va dirigida a un público culto que, tal y como pregona Calímaco, se aparta de todo aquello que es común. En este sentido, la comparación de las aguas cristalinas, limpias y no contaminadas, con la poesía, nos hace ver claramente el entorno al que se dirige el poeta, huyendo de todo contacto con el pueblo, con escasa preparación cultural.

El segundo fragmento incide en la misma idea, buscando siempre la pureza, y asociándola a la brevedad (poca, destil·lada i acimada) que deben tener los poemas para el autor.



Poesía del agua y poesía del vino

El agua en la poesía helenística se contrapone al vino, así como lo hacen el epos y el epilion. En el texto de Calímaco, Himne a Apol·lo, podemos distinguir la contraposición. La poesía del agua, la del estudio sobrio, de la meticulosidad y de la técnica (“… la que pura i sense barreja brolla d’una font sagrada…”), enfrentada a la poesía del vino, la de la inspiración, la del torrente e ingenio desbordante (“… arrosega en el seu curs gran quantitat de terra bruta i inmundícies…”). Ambos subgéneros poéticos utilizan el hexámetro dactílico, aunque su temática es diferente:

a)     Poesía del agua: Aborda temas de la naturaleza, las costumbres campesinas y el amor mitológico. Especial mención merecen los idilios, o diálogos entre pastores. Busca su inspiración en las fuentes sagradas. Sus representantes más conocidos son Calímaco y Teócrito.

b)     Poesía del vino: A diferencia de los poetas del agua, los temas aquí expresados nos hablan del amor desde el punto de vista hedonista, y de los placeres del vino, así como temáticas guerreras, que son cantadas en el simposio (ritual aristocrático masculino, realizado en un andron cuyas paredes estaban decoradas con murales o motivos relacionados con la bebida). Homero y Arquíloco son unos de sus máximos exponentes.

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